sábado, 15 de octubre de 2016

La Escultura funeraria


María Luisa Pérez González

A lo largo de la historia de roma hubo una coexistencia de los ritos funerarios de inhumaciónincineración, con fluctuaciones a favor de uno y otro, que se mantuvo hasta el siglo II d.C. donde finalmente se generaliza el rito de inhumación. Una implantación final muy ligada a la difusión del cristianismo.

Dentro de la mentalidad romana es muy significativa la separación de la necrópolis y todo lo relacionado con la muerte (rituales funerarios, monumentos funerarios), con la ciudad y la vida. Las leyes de las XII tablas, que a lo largo de la historia romana se mantuvieron y fueron reafirmadas en varias ocasiones, prohibía los enterramientos dentro de la ciudad, la realización de piras funerarias y la creación de monumentos funerarios. 

Las leyes de las XII tablas también prohibían el lujo de las tumbas, una norma que desaparecerá, al menos en la practica, pero que durante las primeras etapas de roma se cumplió por lo que no vamos a tratar en este articulo la escultura funeraria de los siglos VI y V a.C., principalmente por que no hay escultura funeraria de la que hablar. Trataremos la escultura funeraria a partir del siglo IV a.C. cuando gracias a las leyes Licinias-Sextias (366 a.C.) se empiezan a realizar tumbas mas ricas, con mayores ajuares funerarios y mayor decoración en las de urnas y sarcófagos funerarios. 

Bronze cista (toiletries box)
Urna funeraria de prenestre 350–325 a.C.
Actualmente en el Museo de Arte Metropolitano

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Tumba de los Cornelii Scipiones S. III a.C.
La tumba superior es un buen ejemplo de las tumbas del siglo VI y principios del III a.C. Es una tumba familiar, en este caso alberga hasta 6 generaciones, compuesta por nichos donde se depositarían los restos del difunto y al frente se pondría un retrato del mismo. Estos retratos son de un gran realismo, en muchas ocasiones se realizaban en base a la mascara mortuorio de la persona.

En el siglo III a.C. se inicia la monumentalización de las sepulturas y en el siglo II a.C. se toma la costumbre de realizar tumbas individuales con un retrato, generalmente con una representación heroica del del difunto. A continuacion se muestran algunos ejemplos de estos cambios como el Sarcófago de Lucios Cornelius, la tumba de Servio Galba.


Sarcófago de Lucios Cornelius Scipio Barbutus 200. a.C.
Copia situada en la tumba original, el original se encuentra en el Museo Vaticano

Tumba de Servio Sulpicio Galba 108 a.C.
Antiquarium comunale, Roma


Aunque en esta época también se mantuvo el rito de incineración dando lugar a algunas piezas de arte muy interesantes. Como esta urna cineraria que se muestra a continuación. Que demuestra que la iconografía utiliza en las esculturas funerarias podía ser realmente profana. 

Urna Cineraria con temática naturalista S. II-I a.C.
Museo Getty, California

En estos momentos encontramos una gran diversidad dentro de las escultura funeraria. Tanto desde la temática hasta (profana, religiosa, retratos) como desde la forma, piezas exentas (tumba de los Cornelii Scipiones), sarcófagos, altares, lapidas.

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Lapida con representación de un matrimonio S. I a.C.
Actualmente en el Museo Metropolitano de Nueva York
Gravestone with funerary banquet (2nd–3rd century AD), Palmyra, Syria
Lapida con representación de un Banquete Funerario S. II-III d.C.
Palmira, Siria.
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Altar Funerario de Caetennia Pollitta
En el Rijksmuseum van Oudheden
Pequeño Monumento Funerario Siglo II d.C.
Museo Getty California
Sarcófagos del siglo II d.C.
1. Museo Capitolino 2. Museo Metropolitan
Esta diversidad se mantuvo durante el imperio pero durante el siglo II d.C. se impuso el uso del rito de la inhumación. Este cambio cultural, desde la coexistencia de los dos ritos usados casi indistintamente hasta la generalización de la inhumación se atribuye a  la llegada de corrientes religiosas (cristianismos, religiones orientales, judaísmo) que defendían la conservación de los cuerpos. Esto ocurre en un momento donde estas religiones no son aceptadas, aun faltan dos siglos para la promulgación del edicto de milán en 313 a.C. sin ir mas lejos, pero donde las ideas son aceptadas y aceptadas dentro de la sociedad romana.

A partir de este momento se generaliza el uso de sarcófagos que se convierte en el principal soporte de la escultura funeraria, aunque encontraremos también lapidas y altares funerarios a lo largo de estos siglos que no distan mucho en tipología e iconografía de los siglos previos. Sin embargo, se aprecia una diferencia muy significativa desde los primeros sarcófagos como el de Lucios Cornelius Scipio Barbutus a los mostrados antes de principios del siglo II d.C. hasta los mostrados ahora.

Sarcófago de Portonaccio (temática militar) 170-230 d.C.
Museo Nacional Romano
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Sarcófago de las Musas, S. III d.C.
Museo de la catedral de Murcia. 
El ultimo gran cambio que presenta la escultura funeraria romana con la aceptación y asimilación del cristianismo como religión oficial del imperio, que se dio en siglo IV d.C. Previamente no destaca la temática religiosa dentro de la iconografía de las esculturas funerarias romanas, hay representaciones pero no son tan abundantes como los retratos por ejemplo que sin duda es el mayoritario, sin embargo a partir de la aceptación del cristianismo la mayoría de sarcófagos incluirán, si no escenas religiosas, al menos símbolos de lo iconografía cristiana.
Sarcofago de Junio Basso S. IV d.C.
Museo del tesoro di San Pietro, Roma.
Sarcofago de Los dos Hermanos 330-340 d.C.
Museos Vaticanos Roma
Hasta ahora todo lo que hemos visto pertenece ha las clases mas altas de la sociedad romana. Pero como eran las esculturas funerarias del resto de la sociedad, cuando las había. Por que en algunos casos las personas mas pobres eran enterradas sin ningún ajuar ni señal en su sepultura. En algunas necropolis romanas eran habitual que hubiera fosas comunes donde se enterraba a toda persona que no pudiera pagarse su propio entierro. 


Pues lo mas común era que las clases medias y bajas tuvieran una lapida incluso algun pequeño altar funerario. Algunas de estas lapidas solo conservan texto. Estos epitafios solían tener el nombre, el genero, la edad y la profesion o condicion del difunto (ciudadano, liberto o esclavo). Ademas de decatorias algunos de ellos pueden considerarse admirables obras de poesía. 


Inscripción funeraria. Museo Arqueológico Municipal de Cartagena
Inscripción funeraria
Museo Arqueológico Municipal de Cartagena
También era muy común que estas personas se identificaran con su oficio, hay muchas representaciones de oficios podían ser como lapidas/estalas o como relieves placa que se podrían delante del nicho. 
Lapida de un niño minero
Museo Arqueológico Nacional, Madrid

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Representación de un Matarife (placa lateral de un altar funerario)
Museo della Civiltá Romana
Los que siempre solían ser representados con su oficio eran los militares. Cuando los cuerpos no eran recuperados se realizaban cenotafios en su honor. En los epitafios de los militares romanos suele constar el nombre del soldado, su lugar de nacimiento, graduación y la unidad, la edad y años de servicio, ya veces otra información, como el nombre de sus herederos. 
File:Gravestone Reburrus Xanten 230.jpg
Lapida de un soldado S. I d.C.
Parque arqueológico de Xanten, Alemania
Desde la estatuaria funeraria podemos comprender varios aspectos de la sociedad romana. La separación de espacios, la muerte era contaminante tanto física como espiritualmente por lo que se separaba ambos espacios. Por eso frente a otras culturas las representaciones de religión, o rituales ligados a la muerte no son frecuentes aunque hay algunas, banquetes funerarios, el acceso el Hades. Lo mas importante para roma era la memoria, el recuerdo de la persona por eso la abundancia de retratos, con gran realismo que representan a la persona tal  y como era en el momento de su muerte. 


Bibliografía 
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