sábado, 24 de diciembre de 2016

Los Césares y la escultura III

      Nerón Claudio César Augusto Germánico

Lucio Dominicio Ahenobarbo, nombre de nacimiento de Nerón, nació el 15 de diciembre del año 37 d.C. en Antium (Anzio), una estación balnearia cercana a Roma. Hijo de Agripina, bisnieta de Augusto, y de Dominicio Ahenobarbo (Barbas de Bronce), de tal descendencia ya cuenta Suetonio que el propio padre ante las felicitaciones de sus amigos dijo que << de Agripina y él no podía nacer más que algo detestable y fatal para el mundo>>.  Esto seria reflejo de los acontecimientos que un un futuro protagonizaría el propio Nerón, y que lo marcarían para la posteridad como un tirano sanguinario que representa al mayor monstruo que haya podido crear el ser humano. A pesar de ello y como todo tiene un comienzo es imperativo observar la vida del emperador desde su mar tierna infancia hasta la edad adulta. De varios de los hechos que tuvieron lugar en torno a el, y en los que el mismo estuvo implicado nos ha llegado una gruesa documentación hasta hoy día, pero aparte de los testimonios escritos podemos ver estos mismos hechos reflejados en otros soportes, en este caso lo haremos a través de las artes escultóricas en varios soportes y tipologías.

Empecemos por su infancia, en el camino que le llevaría a ser emperador y que sería pavimentado principalmente por su madre, Agripina, Nerón pasaría por varias fases hasta llegar a conseguir el poder sobre el Imperio Romano. En primer lugar y tras una serie de fracasos de acercarse a la corte imperial por parte de su madre durante la época de Calígula,esta, por fin, consiguió durante los últimos años del emperador Claudio conseguir el título de emperatriz y empezar a cimentar las bases del nombramiento de su hijo consiguiendo que el emperador lo adoptase como hijo propio con el nombre de Nerón Claudio César Augusto Germánico. Aunque a Nerón se le describe, leyendo entre líneas, como un joven adiposo, de rostro correcto, pelirrojo y cubierto de pecas, ojos azules miopes y el cuello grueso quizás a causa de la enfermedad de bocio. Esta mala imagen no le impidió a su madre lograr el objetivo de colocar a su hijo en el trono imperial contando con la ayuda del filósofo Séneca que se encargó de su educación y de sus actuaciones en cara al público.

Nerón niño con la toga proconsular y un pergamino en la mano. Museo del Louvre, París.

 La primera aparición en público de Nerón, con apenas 13/14 años, fue durante la celebración de unos juegos circenses cuando se presentó en el palco imperial junto a Claudio vestido con la toga púrpura que lo identificaba como miembro del Senado. Nerón con la edad de 14 años fue ascendido a la categoría adulta y nombrado proconsul, además de aparecer en otras actividades públicas junto al emperador Claudio y de aparecer la efigie de Nerón niño junto a la de Claudio en las monedas emitidas por aquel entonces. Otras apariciones en publico de Nerón fueron de carácter legislativo y oratorio, con ayuda de Séneca, Nerón actuó en varios casos del Senado en calidad tanto de abogado defensor como de juez, brindándole así la figura de la virtud en la elocuencia y la magnanimidad. De este papel de Nerón como proconsul nos han llegado estatuas de bulto redondo como la de la imagen anterior, vestido con la toga púrpura, signo de su rango, y con un rollo de pergamino en la mano en actitud orante, todo ello con una imagen del rostro de Nerón muy idealizada alejada totalmente de las descripciones de los historiadores contemporáneos para presentar al espectador de la misma la imagen de un pequeño gran emperador con un gran futuro por delante.

Efigies de Claudio (izquierda) y Nerón niño (derecha) en un tetradracma del año 50 d.C.
Tras la muerte de Claudio y la ascensión de Nerón al trono el 13 de octubre del año 53 d.C la falta de experiencia en la tareas de gobierno de Nerón y su escaso interés en los asuntos público, en detrimento de las carreras de carros y la poesía. No supusieron problema para el relevo de poder, mas bien lo favorecieron debido a que entre la administración de Agripina, Séneca y Burro en un principio reinó la armonía ejerciendo cada uno de ellos su influencia a la hora de las tomas de decisión del nuevo emperador. Mas tarde esta armonía se quebró ante las pretensiones de Agripina de tomar aun mas poder y presencia pública en detrimento de sus compañeros, Séneca y Burro, e incluso en detrimento del propio emperador. De la influencia de Agripina en Nerón han llegado hasta nosotros varios testimonios figurativos desde monedas hasta conjuntos ecultóricos. En los aureos acuñados por aquel entonces aparecen grabados, en la misma cara de la moneda, Nerón y la propia Agripina con la inscripción Agripp Avg Divi Claud Neronis Caes Mater (Agripina, augusta madre del divino Nerón Claudio Cesar). La escultura mas destacada en la que aparece Agripina se encuentran esta y Nerón y representa la coronación de Nerón con una corona de laurel por Agripina, Agripina sostiene el cuerno de la abundancia como símbolo de la prosperidad y Nerón esta vestido a la manera de un general otorgándole el Imperium.

Nerón siendo coronado por Agripina. Museo de Afrodisias, Turquía.
Otras imágenes de Nerón le representan con el velo, símbolo de su estatus como Pontífice Máximo de la religión romana. Representaciones mas tardías después del asesinato de Agripina se ven claramente influenciadas por el nuevo programa cultural de Nerón, el "Neronismo" que pretendía estimular la educación y cultura romanas haciéndolas aun mas parecidas a la griegas como por ejemplo mediante el culto a Apolo además de intentar cambiar tanto la educación y divertimentos a un modelo mas parecido al griego. Aunque en un principio esta política fue bien recibida por la plebe, la manera de aplicarla, con un claro objetivo de ensalzación personal, egocéntrica y megalómana solo sirvieron para que poco a poco surgieran mas figuras para enfrentarse a estas medidas. Así pues durante esta época las imágenes de Nerón proliferaron en todo el Imperio mostrandole esta vez con un rostro menos idealizado y más real al del propio emperador destacando varias efigies y esculturas en bulto redondo representándole con un aspecto divinizado. Finalmente tras su suicido en el año 68 el Senado condenó su memoria y casi toda su obra fue destruida o cambiada, hecho por el cual no han llegado demasiadas evidencias materiales a nuestros días.

Busto de Nerón con sus rasgos naturales. Museo Capitolino, Roma.

Nerón divinizado. Getty Images.

Bibliografía:
  • Roldán, José Manuel. Césares: Julio César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón: la primera dinastía de la Roma imperial. La Esfera de los Libros, 2008. Madrid.
  • De Quiroga, Pedro Manuel López Barja; Salmonte, Francisco Javier Lomas. Historia de Roma. Akal, 2004.
  • Fernández Uriel, Pilar y Palop, Luis, Nerón: La imagen deformada, (2000), Aldebarán Ediciones, Madrid.

3 comentarios:

  1. Bárbara Elvira Valle25 de diciembre de 2016, 13:56

    Me ha parecido una entrada de lo más interesante. Felicidades.

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  2. Muy interesante la parte sobre la infancia de Nerón, enhorabuena por el blog.

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  3. Muy interesante la parte sobre la infancia de Nerón, enhorabuena.

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